Evolución de las armas de fuego
Excluyendo a las armas más primitivas, que sólo estaban formadas por un cañón y un ajuste de madera; las antiguas armas de fuego portátiles estaban compuestas por:
El cañón: Ha sido desde siempre la parte más importante y costosa del arma . Estaba formada por un tubo perfilado de manera diversa y cerrado por su parte posterior con un tapón roscado.
La culata: Era un apéndice que permitía la unión del cañón con la caja, esta parte también servía para atacar al enemigo cuerpo a cuerpo cuando ya se hubiese disparado.
El oído: Comunicaba la cazoleta con el interior de la recámara, lo que permitía al fuego alcanzar la carga de lanzamiento o impulsión.
La caja: Su misión era juntar las distintas partes del arma a fin de poder utilizarla cómodamente, generalmente estaba hecha de nogal y a su vez estaba formada por: la coz, la empuñadura y el ajuste que amparaba al cañón.
Sistema de ignición: Su función era deflagrar la carga de pólvora contenida en el cañón, y que podía ser un sistema de mecha, de rueda, de sílex o pedernal, o de percusión.
La guarnición: Era un conjunto de piezas accesorias destinadas a proteger y completar el arma como conjunto: el remate de la empuñadura o coz, la contraplatina o chapilla, las guías de baquetas, el gancho de cinturón, etc.
Las armas de fuego portátiles han ido evolucionando constantemente hasta nuestros días, siendo cada día más seguras para su manejo, y hasta el siglo XIX su evolución estuvo muy ligada a diferentes personajes públicos y al desarrollo de los sistemas de ignición.
El primer sistema de ignición que se usó fue la "llave de mecha", que era un sistema en el que el tirador debía sostener el arma con una mano y usar la otra para acercar una mecha al fogón en el momento del disparo, lo que hacía que el arma tuviera escasa eficacia.
En el siglo XV, se hizo una modificación de este sistema que fue decisiva para aumentar la eficacia del arma, la incorporación del serpentín, que consistía en un brazo de hierro en forma de "S" empernado por su centro al lado derecho de la caja y al que se fijaba en su extremidad superior un trozo de mecha empapada en una solución de nitrato potásico. Dicho mecanismo se activaba provocando la rotación de la pieza hasta que la mecha se ponía en contacto con la pólvora del fogón, que al principio estaba ubicado en el centro del arma y para finales del siglo XV se colocó por razones técnicas en una posición lateral, naciendo así la cazoleta, un receptáculo en forma de cuchara soldado al cañón y provisto de tapa.
El serpentín se perfeccionó con la creación de otros sistemas similares pero que eran más complejos y estaban más perfeccionados. Uno de ellos era la sierpe a resorte, que utilizaba un fiador (resorte) para tener levantada la mecha, lista para disparar, lo cual permitió que el funcionamiento de las armas fuera más rápido y se pudieran construir los primeros arcabuces para cazar; otro sistema muy utilizado fue el de pestillo o palanca, que fue el preferido para usos militares hasta principios del siglo XVIII, durante doscientos años, debido a su simplicidad, robustez y bajo precio.
Armas modernas
Gracias a la tecnología moderna, la fabricación y utilización de armas de fuego ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, especialmente desde la segunda guerra mundial.
En la actualidad, fuerzas armadas muchos países cuentan en su arsenal con subfusiles, fusiles de asalto, ametralladoras, rifles de precisión, pistolas semiautomáticas, etc.
Este tipo de armamento moderno permite la utilización de un fuego de alto calibre, rápido y de máxima precisión.
Cibergrafia:
-Wikipedia enciclopedia libre2010
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